LAS MATEMÁTICAS: ¿NO ME GUSTABAN?
Yo estudiaba en Zaragoza, el bachiller en el Centro
Educativo “LA SAGRADA FAMILIA”, era un niño feliz, no tenía grandes notas y
sobre todo en matemáticas que raspaba los 5 gracias a la ayuda y la buena
intención del profesorado que sin duda me daban un "empujoncito" al final del
curso para subir notas, si bien yo era consciente de que “no entendía casi
nada” en “mates”.
Un verano, no recuerdo bien de qué año, mis padres me
dejaron sin ir de vacaciones a Jaca , donde solíamos ir con mi tía que residía en el centro de la ciudad, y
cada día por las mañanas acudí al Instituto para repasar, especialmente
matemáticas. Fue como un flechazo, como un fogonazo que me insufló energía
interpretativa de esas matemáticas que apenas entendía. Para mí fue el
profesor, cómo lo enseñaba, hoy desde mi experiencia y conocimientos diría que
la Taxonomía de Bloom la dominaba perfectamente, quizás mi inteligencia
matemática estaba madura para interpretar ese lenguaje, quizás la suma de ambas
cosas, pero lo cierto es que a partir de ese momento me entusiasmé con las
matemáticas, seguramente al comprobar mi capacidad de entenderlas que me motivó
y me ayudaron a amar y apasionarme por el conocimiento. Gracias profesor, me
gustaría saber si aún vive, aunque ya era mayor entonces, para poder darle un
abrazo y decirle: Usted era el “gran profesor” que yo necesitaba.
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