Hay que cambiar el
paradigma del proceso de aprendizaje que se desarrolla sin saber el porqué y para qué o su
necesidad en la vida, a un aprendizaje con sentido, un nuevo paradigma que da
el protagonismo al alumnado evitando su papel pasivo del sistema de contenidos
y trabajando desde su participación activa y crítica para que alcance los
aspectos clave definidos en el proyecto. La Neuroeducación confirma este
proceso como algo fundamental para lograr ciudadanos democráticos y con
pensamiento científico.
Cada alumno/a tiene
un cerebro único en ocasiones mejor dotado para unas actividades que otras, en
un momento dado de su vida, ya que la plasticidad cerebral posibilita la
mejoría en casi todos los casos. Por ello debemos posibilitar que cada persona
busque su situación y desarrolle sus dotes sin hacer pasar a todos por los
mismos caminos e ideas. El ABP permite la personalización del aprendizaje dando
verdadera relevancia a la atención a la diversidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario